martes, 21 de febrero de 2017

Refugiados que venden sus órganos para seguir adelante

En Turquía, país con el que la UE ha firmado un multimillonario acuerdo para que sirva de retén y evite que miles de personas continúen su viaje desde allí, ha florecido un mercado clandestino.
Un grupo de refugiados sirios en Turquía
Las nuevas barreras que los países europeos han ido estableciendo para frenar el flujo de entrada de refugiados está encareciendo el camino y llevando a muchos de ellos a soluciones desesperadas. El programa «Fakt», de la televisión pública alemana ARD, desveló anoche que en los estacionamientos de refugiados de Turquía, país con el que la UE ha firmado un multimillonario acuerdo para que sirva de retén y evite que miles de personas continúen su viaje desde allí, ha florecido un mercado clandestino de órganos humanos en el que muchos refugiados venden los suyos para obtener los fondos necesarios. Los traficantes de personas ofertan menos plazas y han subido los precios, según han podido comprobar los investigadores de ARD, de modo que los refugiados terminan accediendo a la operación.
A pesar de tratarse de un comercio ilegal de órganos humanos, resulta escalofriantemente sencillo encontrar la pista de la oferta y la demanda a través de las redes sociales, que suele ser el primer punto de contacto con los potenciales «donantes». «Yo no conocía a ningún turco, no tengo aquí familia ni conocidos, no tengo trabajo… y tengo enormes problemas, estoy bajo una gran presión», explica su grave decisión el joven sirio Ahmed, que muestra la cicatriz que le ha dejado la intervención quirúrgica y que se dispone a emprender la ruta clandestina hacia Europa tras una breve y precaria recuperación. «No hay otra forma de seguir adelante, aquí no hay ningún futuro y no tengo otra posibilidad de obtener dinero que vender mi cuerpo», relata.
Realizado por: Lucía Villa

7 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho, ya que se ve todas las familias desesperadas por poder sobrevivir y que esto pase día a día.

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  2. Me parece vergonzoso que no se tome medidas ante esta situación humanitaria a la que están sometidos los turcos por culpa de la terrible guerra, me da mucha pena que el pobre chaval haya tenido que vender un órgano para poder cruzar la frontera y alejarse del conflicto para poder buscarse la vida, espero que algún día esto acabe y vuelvan estas personas a poder regresar a sus hogares.

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